jueves, 14 de julio de 2011

CARTA

Te enviaré ésta misiva nunca,
de letras que esconden ternura,
que se agazapan en el rincón                
de los sueños que sabrás jamás

Te contaré lo que en absoluto sabrás,
los secretos de mi senda interior,
los misterios de un frenesí sediento
de pasiones que colmen mi ser.

Tampoco sabrás del amor,
no podrás advertir mi deseo,
ni saber de mis quimeras,
llenas de delirio y desasosiego.

No tocarás la piel que te regalo
ni prenderás mi fuego arraigado,
no me oirás cuando te llame
sólo en mi utopía serás mi amado.

LA VIDA DE LA MUERTE

El murmullo del viento,
escuchan mis oídos lamentos,
de amores sepultados,
de sueños enterrados

Lápidas con nombre de nadie
con flores ajadas en tiempo,
olvidadas a su sino,
macilentas en su rostro.

Y tú, olvido de sueños,
fuiste pasión y arrebato,
locura y vehemencia,
¿Dónde fuiste? ¿Quizá has muerto?

Espíritu de un corazón hundido,
oculto en la tierra ,
escondida el alma, escondido el deseo,
y desesperado busca el cielo.

¿Dónde fuiste? ¿Acaso has muerto?
la oscuridad es ceguera
de tu incomprendido lamento,
y en el quicio de la vida, ella te espera.

ES LA HORA

Comparece el momento, arriba la hora
la luz cambiará de color, mi mundo de cristal.
Es la hora de cambiar el rumbo
de ver el sol mirando de frente, sin temor,
de no mirar atrás, nunca jamás,
no volver la cara, no mirar tus ojos, te irás...

Es la hora, retorno a mi búsqueda,
a un camino que formaré mientras tenga aliento,
a mi gente, mis escritos, mi mar,
volver a respirar otros aromas, al peine del viento,
y la brisa limpiará mi oscuridad, mi miedo,
y la vejez vendrá acompañada de sosiego.

La calma asistirá, el llanto se tornará sereno,
volver a empezar, a sentir sosegadamente,
Aura blanca de paz, horizontes en quietud,
parajes de jazmines rodeando mi mente,
y pasear acompañada de la soledad,
de los buenos recuerdos, de claridad.

martes, 12 de julio de 2011

Quisiera cerrar un tiempo que viví,
en una botella de cristal para siempre,
dejaría tus besos y los míos,
tus caricias pegadas en mi piel,
una noche de amor irrepetible y un sueño...
Una lujuria, una palabra, un te quiero...
unas velas en forma de corazón,
una mirada cómplice, una pasión.
Una rosa, un suspiro, un paseo,
¿cómo estás? por ti deliro...
Roces furtivos, tu desnudez,
tus ojos verdes, mi pelo rubio,
una manzana y aquella noche....

PALABRAS

Vuelvo a escupir palabras,
brotes regurgitando letras inacabadas,
que provocan reflejos de sensiblería y dureza,
de vidas presentes, de vidas marcadas,
dejando una larga y ardua estela.

Fluyen de preguntas sin porqués,
de un abismo rocoso e ignorado final,
cuya caída es fruto de un impulso banal,
dónde quiero dormir a la sombra de un ciprés.

Mi vómito alegoría de mi razón,
de pérdida buscada de la consciencia,
dónde soñar es perecer en amor,
dónde al soñar el corazón se embelesa.

Acaso ahora estoy viviendo,
acaso mi muerte está muriendo,
y a mi vida y a mi muerte y a ti y a mí
por vivir, por morir por sentir estoy queriendo.