Tengo el aroma de aquella cocina
sus castañas asando en la vieja plancha de carbón
el frío en la ventana, la abuela sentada
sumida en sus pensamientos más profundos
y alrededor de una mesa, nosotras en plena charla
Cada una con sus cosas, cada una en su charlada
contando anécdotas, riendo cantando
y mientras las castañas se asan, la abuela sentada
pensando que mañana volverá el abuelo
de luchar contra la mar salada.
Y las castañas se asan
y al compás del ruido del fuego con carbón
pasa la tarde, y la abuela sentada
y al calor de la cocina cada una en su charla
esperamos al abuelo, que vuelva de la mar salada
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