Vuelvo a escupir palabras,
brotes regurgitando letras inacabadas,
que provocan reflejos de sensiblería y dureza,
de vidas presentes, de vidas marcadas,
dejando una larga y ardua estela.
Fluyen de preguntas sin porqués,
de un abismo rocoso e ignorado final,
cuya caída es fruto de un impulso banal,
dónde quiero dormir a la sombra de un ciprés.
Mi vómito alegoría de mi razón,
de pérdida buscada de la consciencia,
dónde soñar es perecer en amor,
dónde al soñar el corazón se embelesa.
Acaso ahora estoy viviendo,
acaso mi muerte está muriendo,
y a mi vida y a mi muerte y a ti y a mí
por vivir, por morir por sentir estoy queriendo.
Jo madre escribes que te mueres.
ResponderEliminar