SUBURBIOS DE CIUDAD

Sentada en aquella mesa de bar,
en los suburbios de mi ciudad,
fumando y con una copa en los labios,
rojos como el vestido que ceñía mi cuerpo
vi  tu silueta pasar,
y olí aquel aroma que atrajeron mis sentidos...
Te deseé como se desea con pasión
mi cuerpo gritaba en silencio
pidiendo acercarse y oler tu viril porte
mis instintos me empujaban
mi sexo se humedecía, y tú...
parecias captar la lujúria en mis ojos
deseabas besar mis labios rojos...
Me alcé sobre mis altos tacones,
Hundí mi rostro bajo un sombrero
negro con roja lazada rodeando su ala,
me aproximé a la barra de aquel bar
de los suburbios de mi ciudad,
te invité a beber mi cóctel secreto
y sin mediar una palabra
en aquel giradiscos, una moneda echabas
me atrapaste entre tus fuertes brazos
y en los suburbios de aquel bar de mi ciudad
comenzamos a bailar, bailar...
La mágia de la noche nos envolvía
y yo notaba cómo mi cuerpo presentía
que al término del último son
escaparíamos a querernos,
a vivir la pasión,
del fuego que nos quemaba
del deseo que nos buscaba,
la excitación se hacía eco de nuestro ser
tus manos rozaban mi sexo
incandescente, fogoso ardiente
y así nos amamos en un motel
de los suburbios de mi ciudad
donde el término de nuestro son
fue el comienzó de una hermosa canción