Paró en aquella estación
donde se detuvo su tren,
y vió aquellos ojos
que le dieron vida,
aquellos labios
ansiosos de besos,
y se lanzó al abismo
de lo clandestino...
Vivió una pasión a escondidas,
un amor vedado,
era ardiente el anhelo,
un deseo incontrolado.
Su mente le censuraba,
su lujuria le impulsaba
y en sus brazos se sentía,
la mujer más deseada...
La atracción era zozobra,
la fogosidad tormento,
su conciencia le bramaba,
no eres libre ! lo lamento!
Sus oídos no escuchaban,
era más grande el deseo,
y vivió su amor callado,
un amor disimulado.
El la amaba, ella quizás... quién sabe...
Fue una ilusión o un ensueño,
un delirio o un cuento...
Pero el tren partió...
y en él volvió a su hogar,
a la calma de la madurez,
sin querer mirar atrás.
Volvió sin reproches,
sin conciencia..
.sin razones ni apariencia,
al calor de la cordura,
a su amor, a su ternura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario