Qué frialdad envolvía su corazón,
acaso no sentía, no advertía su dolor,
y dejaba que se empapasen sus mejillas de desconsuelo,
ignoraba su sentir, no importaba su pena,
y ahogaba su pesar, enfermaban sus ojos,
aquellos ojos que un día brillaron al mirarle
y que se han apagado lentamente hundidos en la tristeza,
y a Dios habla en sus silencios y reza...
Adoró todo lo que él significó, le amó,
creyó que era su amor eterno, le idolatró,
y la llama incandescente se congela, huye
en su interior quiere y no puede, le ama y le odia,
le advierte, le increpa, observa y él no se da cuenta.
Que frialdad envolvía su corazón,
acaso no sentía no advertía su dolor.
A la orilla de la incertidumbre, rozando la duda,
sueña con volver a sentir aquello que le transportaba
al cielo de los sentidos, a la calidez más pura
y el tiempo transcurre en un recelo de indecisiones
de lamentos por lo que pudo ser y no fue,
de añoranzas de caricias que se va llevando el viento,
es la historia de un amor que alguien me contó una vez...
la historia d 1 amor q se acaba.....
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